Si hay algo que Apple sabe hacer mejor que nadie, es capturar nuestra atención con una buena dosis de nostalgia envuelta en tecnología moderna. Y esta vez, la compañía de Cupertino ha decidido que los grises y negros minimalistas son demasiado aburridos para el mundo post-pandemia. Así que, ¿qué mejor que lanzar un nuevo iMac 24» que parece un homenaje a los 2000, cuando las computadoras aún eran sinónimos de colores y diversión?
Los nuevos iMac 24» vienen en una gama de colores que te hará sentir que estás en una tienda de caramelos: azul, verde, rosa, naranja, y otros tonos que, honestamente, podrían pasar por nombres de pinturas exóticas como «Mañana de verano» o «Toque de coral». ¿Es práctico? Quizás no tanto. ¿Es necesario? Depende de cuánta vida quieras darle a tu escritorio.
¿Pero qué hay detrás del color?
Apple nos asegura que estos iMac no solo son un espectáculo visual, sino que también vienen con mejoras que harán que tu productividad sea un arcoíris de eficiencia. Con un chip M3 que promete hacer volar tus aplicaciones (o al menos eso dice la letra pequeña) y un rendimiento que, según ellos, es «dos veces más rápido» que el modelo anterior, la empresa no pierde la oportunidad de recordarnos que la innovación está en su ADN. Pero seamos sinceros: ¿cuántos de nosotros notamos esa «doble velocidad» al abrir Google Docs?
Cuando el color es la estrella
Los críticos pueden argumentar que, si bien el diseño es impresionante, el cambio más significativo sigue siendo… bueno, el color. La pantalla de 4.5K sigue siendo tan brillante como siempre, y la cámara FaceTime HD mejorada es perfecta para reuniones de Zoom en las que tu jefe te pide que «enciendas la cámara». Todo muy bonito, pero ¿quién compra un ordenador porque la cámara tiene mejor balance de blancos?
El retorno de la nostalgia
Es innegable que Apple ha querido captar la atención de aquellos que añoran los tiempos de los primeros iMac de colores lanzados en 1998. En aquella época, el iMac era sinónimo de «ser cool» y no tener que lidiar con la tediosa estética beige de otros ordenadores. Esta vez, la estrategia parece ser la misma: un golpe de nostalgia para la generación que aún recuerda cuando el internet sonaba como un fax poseído.
¿Es esto lo que los usuarios pedían?
La llegada de los nuevos iMac de colores ha generado opiniones divididas. Algunos aplauden la movida, diciendo que era hora de que el minimalismo monocromático diera paso a un poco de vida. Otros, por otro lado, se preguntan si Apple está sacrificando funciones innovadoras en favor de un aspecto más juvenil y retro. ¿Dónde queda ese iMac con pantalla táctil que todos mencionan en foros de tecnología? Aún en la lista de deseos, parece.